“Mil días después del operativo: una victoria en los tribunales sobre la propiedad confiscada. Finalmente tendremos nuestros datos clonados”, escribió Dotcom en su cuenta de Twitter.
En enero de 2012, la Policía neozelandesa realizó un operativo en la mansión que alquilaba Dotcom, fundador del portal de descargas Megaupload, a las afueras de la ciudad de Auckland, que fue organizado por el FBI estadounidense contra la piratería informática.
Ese día Dotcom y tres socios fueron detenidos en Auckland, se cerró Megaupload, y además se le confiscaron sus bienes y se le congelaron sus cuentas, lo que abrió paso a un complicado proceso para extraditar a estos informáticos a Estados Unidos que se ramificó en otras batallas legales.
Entre las batallas legales se incluyen la polémica en torno a la legalidad del operativo y el acceso a la evidencia confiscada hace más de dos años, en la que hoy Dotcom se atribuye una victoria legal de cara al juicio de extradición, aplazado varias veces hasta febrero de 2015.
En febrero pasado, el Tribunal de Apelaciones de Nueva Zelanda determinó que la aplicación de las órdenes de registro en la vivienda de Dotcom y de su programador Bram van der Kolk eran legales, señala el diario “New Zealand Herald”.
Pero en esa fecha se determinó que no se había autorizado la incautación de los aparatos electrónicos y de almacenamiento, así como de los servidores, y por lo tanto era ilegal.
Ahora el Tribunal de Apelaciones ha ordenado a la Policía neozelandesa que “debe devolver tan pronto sea prácticamente razonable” las copias de cualquier aparato electrónico confiscado a Dotcom y a su socio, incluyendo aquel vinculado al material encriptado, según el documento judicial citado por el diario.
Estados Unidos atribuye a Megaupload haber provocado pérdidas por más de 500 millones de dólares a la industria del cine y de la música al transgredir los derechos de autor de compañías y obtener con ello unos beneficios de 175 millones de dólares.EFE